Para la realización de la investigación se contará con el aporte del Instituto de Geografía de la PUCV, los conocimientos del Gobierno Regional de la Región Metropolitana y el Colegio de Arquitectos de Valparaíso.
El problema principal radica en la necesidad de planificar el desarrollo de la ciudad en donde muchas zonas pobladas sin regulación siguen creciendo fuera de control. Esto sumado a otros factores como el calor y el viento convierten a dichos sectores en candidatos perfectos para ser víctimas de catástrofes de dimensiones como las que ya se han vivido.
La propuesta considera la hipótesis desarrollada por la URBAM de Medellín que propone que el riesgo de una zona depende de dos variables fundamentales; las amenazas y las vulnerabilidades del lugar. Las principales amenazas en el caso de Valparaíso las componen los terremotos, tsunamis e incendios. Por otro lado, la vulnerabilidad principal son los campamentos informales.
Otras variables fundamentales en el caso de los incendios son el viento, la temperatura y la humedad. Las dos primeras no pueden ser manipuladas, pero sí la última. Considerando lo anterior, la propuesta consiste en ordenar el territorio en términos ambientales de modo que la tasa de humedad nunca descienda del 30%. Esto se podría lograr mediante distintas estrategias como la captación de humedad en las cumbres, el aumento de reservas de agua que aumenten la evaporación, la sustitución de plantaciones forestales inflamables por bosques nativos entre otras.
Además la iniciativa quiere complementarse a la propuesta de Fundación Mi Parque que busca aportar soluciones a grave problemática de la planificación urbana de la ciudad. Para ello la fundación propuso unir el sistema de quebradas urbanas a los espacios públicos existentes y al área verde ubicada a las espaldas de Valparaíso. Además se conectará el futuro Parque Metropolitano con zonas verdes como el bosque nativo, los palmares y el Santuario de la Naturaleza Federico Santa María.