Columna del Presidente de Nuestro Directorio, publicada en el diario La Tercera el lunes 18 de Abril 2011 titulada «Otra vez en un parque».
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ESTA VEZ no es el Parque Araucano el afectado, sino el Parque Padre Alberto Hurtado, ex Parque Intercomunal de La Reina. Hace algún tiempo planteé lo cuestionable que parecía privatizar porciones de espacios públicos para el desarrollo de emprendimientos comerciales privados. Aun cuando estos desarrollos se materialicen «mitigados» por su condición subterránea, éstos podrían estar perfectamente en otro lugar y así no se privatizan espacios de uso y acceso público.
La llamada «ciudad para niños» que actualmente se construye en el subsuelo del Parque Araucano, o la propuesta que maneja hoy la Municipalidad de Las Condes de construir una gran arena subterránea para 5.000 personas, violentan el sentido más profundo de un parque público, cual es el libre acceso en todas sus dimensiones. Se suma a ello que ambos programas, así como otros de similares características, tienen finalmente un fin de explotación comercial y corresponden a programas que se resuelven a «puertas cerradas», y son, por tanto, actividades que no aportan seguridad ni vitalidad al entorno-parque que los circunda, menos aun en esta condición subterránea.
Los mejores y más notables conciertos en Nueva York o en Londres se realizan al aire libre, ya sea en Central Park o en Hyde Park, respectivamente. Ninguno de ellos tiene «arenas subterráneas» o «malls para niños», por mucho que el subsuelo, en ambos casos, esté «disponible». Asimismo, el argumento de que el proyecto, por ser subterráneo, «no interfiere con el paisaje» resulta ser bastante relativo. Los asistentes a estos lugares no son teletransportados a ellos, sino por el contrario, deben entrar por accesos formales, habitualmente controlados, los autos usarán rampas hacia los estacionamientos, el aire respirable tendrá que ser renovado por medio de ventilaciones, etc., todo lo cual se manifestará necesariamente en la superficie.
Estamos frente a un caso que alimenta una todavía incipiente tendencia que se observa en las comunas de mayores ingresos y donde el denominador común es el alto precio del suelo. Esta tendencia consiste en disponer parcialmente de espacios públicos para otros fines.
Es importante que la autoridad regional competente, en este caso la Seremi de Vivienda y Urbanismo, mire con mayor detención las normas que hoy rigen la explotación de los subsuelos de espacios abiertos de uso público, sean o no sean éstos bienes nacionales de uso público. Dichas normas están generando escenarios especialmente sensibles cuando las operaciones intervienen parques comunales o intercomunales como los aquí mencionados.
Asimismo, la comunidad organizada y los vecinos en general debiesen enterarse en detalle del proyecto planteado por el municipio de Las Condes y aprovechar el tiempo a favor suyo, oportunidad que no han tenido frente a otras propuestas cuestionables. Creo también que así como el municipio de Las Condes consultó respecto de la construcción de un mall en Martín de Zamora -ubicado en un terreno privado-, con mayor razón, si no por obligación, debería consultar a la ciudadanía por tan importante intervención en un parque público.
¿Otra vez en un parque? Por favor, no.