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Los adultos caminan máximo 10 minutos para llevar a sus hijos a las plazas

By 14 de junio de 2017No Comments

Los niños rompieron el paradigma y aseguran que pasar tiempo al aire libre es una de sus actividades preferidas. Los padres, a cargo del traslado, demandan por su parte que estos espacios se encuentren a una distancia no mayor a 700 metros.

 

El reciente estudio KIDS3D, de GfK Adimark destapó varias sorpresas que no se tenían consideradas en relación a los niños del siglo XXI. A diferencia de la creencia popular de que las nuevas generaciones prefieren estar frente a las pantallas, las respuestas de 900 niños de la Región Metropolitana –entre 8 y 14 años- vienen a demostrarnos lo contrario: entre los pasatiempos que aparecen con más menciones, el 93 por ciento dice que le gusta bañarse en la piscina, un 86 salir a jugar al aire libre; y a tres cuartos de ellos les gusta hacer deporte.

 

A lo anterior, se suma el hecho de que después de ir al cine, 9 de cada 10 niños chilenos dice que su lugar favorito es la plaza. Por su parte, según la Encuesta Nacional de Primera Infancia (ENPI) un 78% de los padres lleva a sus niños/as a jugar a los parques o plazas.

 

En este contexto, Sofía Covarrubias, directora de Investigación y Desarrollo de Mi Parque plantea que “resulta interesante evaluar a qué distancia de las personas y los niños debemos planificar la ubicación de plazas para que puedan ser efectivamente utilizadas para cubrir esta demanda, especialmente en contextos de vulnerabilidad social donde las viviendas no cubren los requerimientos de espacio que un niño necesita para su desarrollo”.

 

Considerando lo anterior, Sofía Covarrubias propone evaluar el área de influencia real de una plaza o parque, si dentro de la Política de Desarrollo Urbano se busca que toda la población pueda beneficiarse de estas áreas verdes.

 

Con este fin, Fundación Mi Parque y Situ realizaron durante seis meses un estudio donde se analizó la procedencia de los usuarios de plazas de barrio en sectores de vivienda social de las comunas de Colina, La Florida y San Bernardo. Los principales resultados arrojan que el 96 por ciento de quienes visitan las plazas, no provienen de distancias mayores a 650m o 10 minutos caminando y que el 69% no recorrió más de 5 minutos caminando (entre 300 y 400m). Lo que es más llamativo, sin embargo, es que la proporción de usuarios que recorren sólo 5 minutos hacia sus plazas aumenta significativamente cuando se trata de quienes están acompañados por niños menores de 10 años. En este caso el 82% proviene de no más de 5 minutos a la redonda. De esta manera se concluye que el área de influencia de una plaza disminuye significativamente cuando se trata de los usuarios infantiles.

 

Ante estos resultados, la profesional hace hincapié en la necesidad de reevaluar los indicadores usados para la planificación de este tipo de espacios urbanos. “La distancia que se ha considerado en Chile para determinar la provisión de plazas de barrio -una distancia de 15 minutos caminando- parece no adecuarse a la realidad chilena en especial cuando queremos orientar la política pública hacia el incentivo del juego activo por parte de los niños” comenta Sofía y agrega que “se está evaluando positivamente zonas que en la práctica no tienen buen acceso a infraestructura verde, porque las personas en realidad necesitan que estas plazas de uso más cotidiano estén más cerca de sus casas para poder usarlas, especialmente cuando están con niños”, concluye.

 

Por su parte, Jaime López, jefe de estudios de SITU, asegura que “la metodología utilizada en este estudio, es perfectamente aplicable para evaluaciones y desarrollo de proyectos inmobiliarios, retail y edificios de servicio público, como consultorios y jardines infantiles, entre otros”. Además recalca que el hecho de conocer la ubicación de la demanda y su capacidad a trasladarse por un determinado bien o servicio, es clave para la toma de decisiones, y las tecnologías actuales permiten conocer estas interrogantes”, recalca el profesional”.

 

En total fueron 256 personas las encuestadas, muestra con la que además se pudo descartar la idea de que a mayor edad, menor disposición a caminar a una plaza de barrio, ya que en la realidad no se vieron diferencias significativas en la distancia que habían recorrido los usuarios para llegar a las plazas entre los distintos grupo etarios. También se pudo establecer que el peak de horario de uso está entre las 16:00 y 18:00 horas, que los usuarios de plazas las visitan por lo menos dos veces al mes y que lo que más valoran de estos espacios, son los juegos, la tranquilidad y vegetación.

 

Pía Palacios, del Centro de Inteligencia Territorial de la Universidad Adolfo Ibáñez, destacó los datos arrojados por el estudio, explicando que: “A nosotros nos interesa mucho conocer el área de influencia real que tienen las plazas en Chile para mejorar políticas públicas y poder decidir futuras localizaciones de plazas a partir de la identificación de cuáles son los territorios que tienen menor equipamiento”.

 

Por último, Juan Correa, del proyecto “Ciudad con Todos” del Centro de Políticas Públicas de la Universidad Católica comenta que: “Para nosotros estos resultados son un nuevo insumo en la construcción del espacio público. Hoy en día la política pública tiene que abordar la realidad de las personas, no sólo de los grandes espacios, sino que de los espacios locales, las plazas, que es justamente lo que trabaja Fundación Mi Parque. Este estudio revela la importancia de estos espacios en el desarrollo de las comunidades, de los barrios y cómo estos espacios construyen territorio para las personas. Son datos reales, prácticos y aterrizados a la realidad de nuestro país”.

 

Ficha técnica:

  • Universo: Usuarios diurnos de plazas de barrio en buen estado de mantención, de 12 años o más, en barrios de vivienda social, de nivel socioeconómico mayoritaria y homogéneamente D y de densidad diversa.
  • Usuarios encuestados: 256
  • Margen de error: ±7,6