Hace unos días subimos a nuestro Facebook un enlace que mostraba cómo Hamburgo había aumentado considerablemente sus áreas verdes en los últimos 100 años (cosa que suele ser al revés en la gran mayoría de los casos).
Pero eso fue sólo el comienzo de un cambio de mentalidad que más tarde (el año pasado) le valdría el reconocimiento de ser la «Ciudad verde europea» gracias a una serie de medidas que si bien son amigables con el medio ambiente, también lo son con los ciudadanos.
Por ejemplo, una de sus medidas más populares es que casi el 100% de la población tiene paradas del transporte público a no más de 300 metros de sus casas (hay 10.426 paraderos dispersados por toda la ciudad), por lo que la mayoría de las personas prefiere irse a su trabajo en metro o bus.
Esta iniciativa tiene que ver también con el artículo que escribimos el otro día sobre los barrios caminables: Si tienes paradas de transporte público cerca, puedes hacer una vida caminando y por ende no usar el auto a menos que sea completamente necesario y de esta forma haces ciudad y de paso cuidas el planeta.
Pero eso no es todo: El 16,7% del espacio urbano de la ciudad está ocupado por bosques y zonas verdes recreativas, mientras que otro 8% lo cubre el río Elba, el cual también es utilizado como vía de transporte.
