Luego de casi medio siglo de actividad como el relleno sanitario más grande de Estados Unidos, el pasado 31 de octubre fue cerrado para comenzar con la primera fase de la transformación.
Ubicado en Los Ángeles, el vertedero del Puente Hills, seguirá como ejemplo la transformación en el proyecto realizado sobre el clausurado vertedero «Freshkills», en Nueva York.
Según explican los especialistas por lo general los rellenos sanitarios cuando cesan sus funciones pasan a ser espacios abiertos.
En este caso el hecho de que sean unas 283 hectáreas trae consigo además de un gran parque, la presencia de una planta que extraerá el gas metáno de la basura aun presente en el lugar, brindando electricidad a unas 70.000 viviendas.
Vía ElUniverso.com