Varias veces hemos hablado aquí en el blog sobre las urbes sustentables alrededor del mundo. Nos hemos detenido en Hamburgo, en Alemania, al hablar de ejemplos europeos, y en Curitiba, Brasil, para hacerlo de los casos latinoamericanos.
Hoy queremos poner otra gran ejemplo europeo sobre la mesa. Se trata de Copenhague, otra gran ejemplo de que una vida urbana y sustentable es posible.
Por años la capital danesa viene posicionándose como una de las ciudades más amigables con el medio ambiente pero también con los ciclistas.
Copenhague ha sido denominada como la «capital de los ciclistas» debido a que el 30% de los viajes que se realizan día a día en la ciudad son hechos en bicicleta.
Pero esto no se logró de la noche a la mañana. No. Hubo que hacer una gran planificación urbana para ver cómo podían incentivar a la gente a dejar sus autos en las casas y subirse arriba de las bicicletas lloviera, nevara o hiciera calor.
Fue así como fueron inculcando en la ciudadanía los valores del cuidado del medio ambiente, habilitando muchos kilómetros de ciclovías e incendiando a dejar el auto en casa que con el tiempo se convirtió en un referente para todas las ciudades que buscan reducir sus emisiones de CO2 y hacer de sus centros urbanos lugares más verdes y menos grises.
Copenhague es un caso digno de estudio y un modelo a replicar de urbanismo sustentable.
