Las placas solares funcionan en base al silicio, el cual es sumamente costoso, pero con la contribución de este joven emprendedor medioambiental llamado Milan Karki (18 años), los costos para la elaboración de este tipo de energía bajarían considerablemente.
La idea de Karki nació de la necesidad de generar electricidad de forma económica para una de las zonas más pobres de Nepal. Fue ahí cuando el joven nepalí descubrió que el cabello humano sirve como elemento alternativo para elaborar placas solares.
La característica esencial que permite al cabello hacer funcionar la placa de Milan, es la melanina, ya que permite aprovechar la sensibilidad de la luz, transformándolo en un conductor ideal. Este panel es capaz de proveer unos 18 watts de energía y tiene un costo de 38 dólares, el cual seguramente se reducirá en un 50%, una vez que el producto se comercialice de manera masiva.
El invento fue realizado como un simple proyecto en 2009, pero tiene todas las características para revolucionar la elaboración de energía solar como la conocemos, ya que es capaz de generar la energía suficiente para cargar cualquier celular y para alumbrar durante toda la noche una casa.
Vía: Diario Ecología.