Uno de los efectos de la pandemia fue el cierre de los establecimientos educativos, incluidos los jardines infantiles, y las restricciones de uso de los espacios públicos destinados al juego y la recreación de niños y niñas. Muchos de ellos vieron interrumpidas sus actividades habituales al aire libre, importantes para su desarrollo y aprendizaje. Estimular y promover la habilitación de espacios seguros al aire libre para niños y niñas es un nuevo desafío para las comunidades educativas, a fin de dar continuidad a las experiencias de aprendizaje en un contexto con menor riesgo de contagio.
Como respuesta a esta necesidad, se implementó el proyecto piloto “Habilitación de espacios educativos al aire libre”, que considera la habilitación de áreas con módulos de madera de diversos tamaños, muros de escalada y lugares para actividades educativas al aire libre, con sus respectivos puntos de higiene para prevenir el contagio por covid-19. Esta iniciativa beneficia a 11 jardines infantiles JUNJI de la Región Metropolitana de las comunas de Buin, Lo Espejo, El Bosque, San Joaquín y San Miguel.
El proyecto “Habilitación de espacios educativos al aire libre” es una iniciativa de UNICEF en alianza con Fundación Mi Parque, con financiamiento de Google.org y en colaboración con la Junta Nacional de Jardines Infantiles (JUNJI). Esta experiencia busca relevar la importancia que tiene el juego al aire libre para el desarrollo y las posibilidades que estos entornos entregan para el aprendizaje de niños y niñas, considerando el valor que tiene el aire libre como prevención para el contagio de Covid-19 y de otros virus que circulan principalmente durante el invierno.
El Proceso Participativo
Proceso participativo con la comunidad
El proyecto fue desarrollado en tres etapas principales: diagnóstico, validación y diseño y construcción y cierre. El proyecto de habilitación de patios educativos fue llevado a cabo a través de una metodología participativa. Esta metodología tiene como objetivo involucrar a toda la comunidad educativa en todas las etapas del proyecto, y así fomentar la apropiación del espacio y el compromiso por el cuidado y mantención de este mismo. Para este proyecto en particular, se realizaron tres instancias participativas en cada uno de los 11 jardines: un taller de diagnóstico, donde se buscó identificar junto a la comunidad las oportunidades y desafíos de los patios; un taller de validación, donde se buscó presentar la propuesta de diseño, y finalmente, un taller de cierre, cuyo objetivo fue generar una reflexión sobre el aprendizaje al aire libre y el potencial uso del nuevo espacio.
Estrategias de diseño
Estrategias de diseño
La iniciativa se planteó desde un inicio considerando dos necesidades relevantes a tomar en cuenta para su implementación. Por un lado, se entiende que era un piloto que tenía como objetivo poder ser fácilmente replicable y adaptable, y por otro, era necesario implementarlo de manera rápida y eficiente.
De esa manera, y siguiendo los lineamientos ya propuestos en el documento “Volvamos a Jugar. Guía de aprendizaje al aire libre”, se desarrolló una estrategia general para habilitar los 11 jardines, resumidas en cuatro líneas de acción:
- Reforzar la diversidad de actividades en el patio propiciando la distancia física, a través de la instalación de elementos puntuales y simples
- Aprovechar superficies duras de los espacios exteriores, como muros sólidos y suelos existentes.
- Mejorar los niveles de confort, con la incorporación de sombra, mejoramiento de suelos e incorporación vegetación.
- Proveer información y elementos para integrar nuevos hábitos de convivencia e higiene, a través de señalética atractiva y puntos de limpieza.
En base a esto, y con el fin de dar solución a la replicabilidad, adaptabilidad y eficiencia en la ejecución, se propuso un sistema de diseño basado en una serie de módulos hexagonales prefabricados en madera que permitieran, desde su diversidad y agrupación, crear una base o soporte para la activación de los patios, sumando a estos algunos componentes anexos como sombra, vegetación o pinturas de pisos y muros.
Resultados del proyecto
Resultados del proyecto
La habilitación de los patios se realizó en conjunto con las respectivas comunidades educativas, con el propósito de considerar las necesidades de cada establecimiento y las particularidades de los espacios físicos al aire libre de cada uno de ellos para determinar su potencial pedagógico: espacios al aire libre que promuevan la imaginación, el juego, el movimiento o el contacto con la naturaleza.
La habilitación de los patios educativos representa un cambio de paradigma sobre la educación al aire libre. La intervención de los patios no sólo supone un cambio físico y estético en los jardines, sino que un cambio en la visión y actitud de las educadoras con respecto a la educación al aire libre. De esta manera, el aprendizaje al aire libre pasa a ser una estrategia educacional que trasciende la hora del recreo, y se transforma en método cotidiano de enseñanza. Así, los patios se convierten en salas de clase. Además de las numerosas oportunidades de desarrollo y aprendizaje que esto supone para los niños y niñas, el uso de los patios como salas de clase supone un espacio seguro para contrarrestar los efectos adversos de la pandemia en el desarrollo integral de los niños y niñas.
Equipo a cargo:
Josefa Morales (Coordinadora) | Vicente Fuenzalida, Joaquín Smith y Fernanda García (Arquitectos) | Paulina Pantoja (Profesional Educación)
