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Prensa

Rescatistas urbanos 2.0: Mi Parque en Revista In de Lan

By 23 de febrero de 2011marzo 9th, 2017No Comments

REVISTA IN – En la Revista In de la aerolínea Lan hicieron un completo reportaje de nuestra Fundación titulado «Rescatistas urbanos 2.0», el cual acompañaron de una representativa ilustración.

Pueden leerlo después del salto, verlo online en el sitio de la revista o descargarlo en .pdf.

 

Movidos por el interés ecoambiental un grupo de jóvenes chilenos creó la Fundación Mi Parque, dinámica empresa que sorprende por su innovación social.

Recorriendo Santiago durante sus salidas a terreno –cuando era un estudiante de arquitectura– Martín Andrade (27 años) aprendió mucho más que a proyectar edificios. Entendió que mejorar la calidad de vida en las zonas más vulnerables de la capital chilena implicaba ir más allá que proporcionar solo una solución habitacional a través de políticas públicas. Algo faltaba en el engranaje final y, a su juicio, el secreto estaba en agregar plazas o lugares de esparcimiento a los espacios comunes que unían estos nuevos hogares, un complemento básico al que no se le daba real importancia. La idea era construir áreas donde los niños tuvieran acceso a jugar libremente y que, de paso, proporcionaran un ambiente vecinal más grato y positivo. La meta fue generar un cambio mejorando la realidad a través de espacios verdes y habitables por todos.

Fue así como junto al arquitecto Julio Poblete ( hoy presidente del directorio) creó, en octubre de 2007, la Fundación Mi Parque, institución que opera desde Santiago y que actualmente tiene proyectos activos en todo Chile. “Estábamos dispuestos a trabajar gratis mientras llegaba el apoyo empresarial que nos permitiera sostenernos en el tiempo”, recuerda Andrade, director ejecutivo de la fundación, quien ha visto cómo esta idea, que comenzó mezclando entusiasmo, convicción y juventud, hoy es un programa exitoso por donde se mire.

El “rescate urbano” que realiza esta organización sin fines de lucro tiene dos objetivos: crear plazas y zonas de esparcimiento (financiadas por la fundación gracias a aportes de privados) en zonas de bajos ingresos y generar un trabajo participativo que involucre activamente a las familias beneficiadas. Comenzaron forestando y realizando pequeños arreglos en distintas plazoletas de Santiago, pero hoy la complejidad del proyecto ha aumentado exponencialmente. Tienen un equipo de 10 profesionales más un grupo de 800 voluntarios capaces de concretar y levantar un proyecto en dos meses, siendo que originalmente demoraban más de 12.

Las formas de ayuda van desde un auspicio o el apadrinamiento de una plaza, hasta el financiamiento de una jornada de plantación. A dos años de su creación, la estrategia Mi Parque cosecha frutos. En términos económicos, la fundación ha recibido cerca de 50 millones de dólares por concepto de donaciones, auspicios y apadrinamientos; se han plantado cerca de cuatro mil árboles y se han construido 30 mil metros cuadrados de áreas verdes en distintos sectores de Chile. Sólo durante 2010, el aporte empresarial y la acogida municipal para áreas verdes en Chile aumentó en un 600%. Como también los mueve el espíritu ecologista, recientemente ampliaron su campo de acción creando mobiliario de distintos tipos de desechos e instalando juegos infantiles fabricados con neumáticos reciclados en plazas y colegios modulares.

“Nos hicimos cargo de la palabra participación y generamos una metodología de involucramiento comunitario que ha logrado que la gente sienta el espacio público como de ellos. No tenemos la responsabilidad de hacer una plaza, la hacemos porque queremos, pero la hacemos siempre y cuando ellos se comprometan a cuidarla”, señala Andrade. El sentido de pertenencia que se ha generado en estas plazas es tal que los usuarios incluso le ponen nombres a los árboles. “A través de nuestro proyecto los niños salen más a jugar a las plazas, se han fortalecido las juntas de vecinos y hay un sentimiento optimista de que las cosas se pueden hacer bien”.

A fines de octubre 2010, Fundación Mi Parque recibió el premio Avonni a la innovación en el área emprendimiento social (que entrega el Foro Innovación, Televisión Nacional de Chile y el diario El Mercurio) por la proyección de sus 14 iniciativas de este año y su impacto futuro.

¿En quién se inspiraron?
Una gran inspiración para nosotros es el trabajo que hace Trees for Cities en Inglaterra. Ellos tienen una imagen y campañas muy atractivas para captar empresas donantes y voluntarios.

¿Qué le hubiese gustado saber antes de iniciar su proyecto?
A pesar de la poca experiencia para desarrollar este tipo de proyectos, teníamos un muy buen diagnóstico de la realidad de las áreas verdes en Chile, por lo que no se nos hizo tan difícil idear una estrategia que involucrara a las familias. La clave fue trabajar con las problemáticas desde el comienzo para luego transformarlas en las fortalezas de los proyectos.


Motivated by an interest in the environment, a group of young Chileans created Fundación Mi Parque, a dynamic company that impresses with its social innovation.

Walking through Santiago on field studies when he was an architecture student,
Martín Andrade, 27, learned a lot more than planning buildings. He discovered that improving quality of life in the capital’s most vulnerable areas implied more than simply proposing public policies for housing solutions. Something was missing in the larger scheme of things, and Andrade felt that the secret lay in adding new plazas and parks to the common areas linking these new homes, a basic component that hadn’t been given any real weight. The idea was to create spaces where children could play freely, while simultaneously promoting a more pleasant and positive neighborhood environment. The goal was to improve living standards through green spaces used by everyone.

In October 2007, Andrade enlisted architect Julio Poblete (now the president of the company’s board) to create Fundación Mi Parque, an institution operating out of Santiago that today has active projects throughout Chile. “We were willing to work for free as along as we had the corporate support needed to sustain our efforts,” recalls Andrade, the foundation’s executive director. His idea, which began as a combination of enthusiasm, conviction and youthful energy, has bloomed into a successful program.

The “urban renewal” practiced by this non-profit organization has two objectives: to create parks and plazas (financed by the foundation with the help of private contributions) in low-income areas and to actively involve the families who benefit from the program. Mi Parque began by planting trees and making minor improvements to small plazas in Santiago, but the project expanded exponentially. The foundation now boasts a team of ten professionals plus a group of 800 volunteers able to plan and execute a project in two months. Originally, a single project could take more than a year to complete.

The foundation accepts aid in many forms, from the full sponsorship or “adoption” of a plaza to donations financing a day of planting. Two years along, the strategy is bearing fruit. In economic terms, Mi Parque has received nearly US$50 million in support, planted nearly 4,000 trees and created more than 322,000 square feet of parks in different parts of Chile. In 2010 alone, corporate contributions and municipal support for green areas in Chile increased by 600%. No strangers to the eco- friendly spirit, they recently expanded their plan of action to include making outdoor furniture out of reused materials and installing children’s toys crafted from recycled tires in plazas and modular schools.

“We also took the term ‘participation’ seriously, creating a methodology of community involvement that makes people feel that the public space is theirs. We are not obligated to make the plazas for them, we do it because we want to, and we do it under the condition that they will commit to caring for the space,” says Andrade. The families feel such a sense of ownership that they even name the trees. “Thanks to our project, children go outside to play in the plazas more often, neighborhood committees are stronger, and there is a feeling of optimism that things can be done well.”

In late October 2010, Fundación Mi Parque received the Avonni award for innovation in social entrepreneurship (given by the Foro Innovación, Televisión Nacional de Chile and the newspaper El Mercurio) for this year’s 14 initiatives and their future impact.

What was your inspiration?
“The work done by Trees for Cities in England was great source of inspiration. They have a very attractive image and campaign strategy for attracting donations from companies and volunteers.”

Is there anything you would have liked to know before starting the project?
“Despite our lack of experience in developing this sort of project, we had a very good grasp of the reality
of the situation of green spaces in Chile. So it wasn’t very hard to come up with a strategy that would get families involved. The key was working through the more problematic aspects from the beginning, so that we could eventually turn them into strengths.”