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Prensa

Pensar entre todos: organizaciones y vecinos se ponen sus barrios al hombro

By 12 de noviembre de 2018enero 25th, 2019No Comments

Para mejorar la calidad de vida de los lugares más postergados, son muchas las personas que se unen en actividades participativas, desde construir caminos hasta limpiar plazas o hacer murales

Participar es una forma de combatir la vulnerabilidad. Bajo esa consigna, son muchas las organizaciones de la sociedad civil que impulsan actividades de todo tipo para estimular a los vecinos de los barrios más necesitados, ayudándolos a ver el potencial que tienen como comunidad organizada y a proyectar logros colectivos que mejoren su calidad de vida.

¿La forma? Todo aquello que está por hacerse: desde murales para dar color a paredones abandonados o una senda peatonal para que los chicos crucen la calle, hasta procesos más estructurales, como construir viviendas, zanjeo de calles o poner en valor espacios públicos.

Una de las entidades que trabaja con este criterio es la Fundación Irradia. Ezequiel Verta, coordinador de programas, explica que ellos identifican casos de participación ciudadana que ya hayan funcionado bien, con resultados sustentables y sostenidos en el tiempo, y los replican en otras comunidades. «Son un pretexto para motivar: lo importante es sentar una base y la voluntad de acción», señala.

María Fernanda Malnis, directora ejecutiva de Irradia, describe que el objetivo es enseñar a las comunidades a organizarse, a mostrarles que tienen la capacidad de buscar soluciones diversas. En uno de sus programas, proponen hacer intervenciones de un día, bien específicas. Por ejemplo, en Del Viso, la comunidad está revalorizando con juegos una zona verde al costado del ferrocarril, un pedido que surgió de un taller participativo. «Estas intervenciones urbanas promueven un pensar colectivo del espacio compartido, y que genera una serie de valores que pueden traducirse en liderazgo, conocimiento de la comunidad, apropiación de lo público, es decir, esto de que lo público no es de nadie, pero en realidad es de todos», subraya Malnis.

Para Patricio Sutton, director de Red de Comunidades Rurales, «la participación ciudadana es fundamental porque si no conocés tus derechos muy pocas veces vas a poder exigirle al Estado lo que te corresponde». Luego, subraya, hay que poner manos a la obra: «Mostrar que es factible generar cambios es lo que expone las falencias y las necesidades».

Todos acuerdan en que el solo hecho de identificar las problemáticas y organizarse para ver cómo solucionarlas, ya les da a los habitantes de estos barrios otra entidad.

María Fernanda Malnis, directora ejecutiva de Irradia, describe que el objetivo es enseñar a las comunidades a organizarse, a mostrarles que tienen la capacidad de buscar soluciones diversas. En uno de sus programas, proponen hacer intervenciones de un día, bien específicas. Por ejemplo, en Del Viso, la comunidad está revalorizando con juegos una zona verde al costado del ferrocarril, un pedido que surgió de un taller participativo. «Estas intervenciones urbanas promueven un pensar colectivo del espacio compartido, y que genera una serie de valores que pueden traducirse en liderazgo, conocimiento de la comunidad, apropiación de lo público, es decir, esto de que lo público no es de nadie, pero en realidad es de todos», subraya Malnis.

Para Patricio Sutton, director de Red de Comunidades Rurales, «la participación ciudadana es fundamental porque si no conocés tus derechos muy pocas veces vas a poder exigirle al Estado lo que te corresponde». Luego, subraya, hay que poner manos a la obra: «Mostrar que es factible generar cambios es lo que expone las falencias y las necesidades».

Todos acuerdan en que el solo hecho de identificar las problemáticas y organizarse para ver cómo solucionarlas, ya les da a los habitantes de estos barrios otra entidad.

 

Estar y sumar

Un comentario recurrente entre los miembros de estas organizaciones es que en los barrios más postergados hay muchas personas con ganas de hacer cosas, que solo necesitan una chispa que los encienda.

Juan Pablo Duhalde, director de Áreas Sociales de Techo internacional, hace hincapié en que estar en el territorio es lo más importante. «Es donde están pasando las cosas, ahí es donde la gente está construyendo sus casas, su calle, su espacio público. Es el lugar donde se puede ver cómo se están reproduciendo las desigualdades», señala Duhalde, quien estuvo en la Argentina por el encuentro Campus Urbano, donde se reunieron miles de jóvenes. El evento tuvo como objetivo diseñar metas de desarrollo sostenible para la implementación de una «Nueva Agenda Urbana», que será entregada a todos los gobiernos de América Latina. «Concretamente, la propuesta es la gobernanza multiactor, para ver juntos qué es prioritario», explica Duhalde.

Para el referente de Techo, «no todo es causa y consecuencia de una política pública, pero si se transforma en política pública, va a ir en beneficios de todos y todas». En este sentido, las mesas participativas entre referentes de las organizaciones y los vecinos son fundamentales. Francisco Del Pino, director de Techo Buenos Aires Norte, detalla, por ejemplo, que en el barrio Luchetti, en Pilar, una de las problemáticas que históricamente aparecía eran las inundaciones, en especial, en un sector. «Se decidió llevar un proyecto de zanjeo», describe Del Pino. También aclaró que, «a veces, las problemáticas son tan grandes que se necesita que el Estado lo tome como propio y acompañe esa gestión vecinal».

A modo de síntesis, para Sutton, «se necesita gente simple dispuesta a hacer cosas extraordinarias» y es necesario «lograr que esa capacidad colectiva para transformar la realidad, se sostenga». Y aunque los cambios llevan tiempo, los pequeños logros permiten evitar la frustración. «Por eso, hablamos de hacer con lo que uno tiene a mano y de celebrar cada cosa conseguida», concluye Sutton.

Acciones que buscan impulsar cambios positivos

Acceso a una vivienda digna

El proyecto «Desarrollo de barrios» de Hábitat para la Humanidad, El proyecto Desarrollo de barrios de la organización Hábitat para la humanidad, promueve el acceso a la vivienda adecuada a través de la construcción de pilares de luz para reducir riesgos de cortocircuitos, otorgando créditos, generando redes de trabajo con organizaciones locales y espacios de educación y voluntariado;www.hpha.org.ar

Mejorar espacios verdes

A través de la iniciativa «Mi parque», la Fundación Irradia se propone arreglar espacios verdes públicos mediante un trabajo articulado con el municipio, la comunidad y el sector privado. El primer proyecto que lo están implementando en Isla Maciel; www.fundacionirradia.org

Encuentros de fútbol

El Encuentro Global de Fútbol Comunitario de la Red de Comunidad Rurales, invita a las escuelas rurales a pensar qué necesita la comunidad educativa y ver cómo pueden hacerlo realidad con los recursos que tienen a mano. Luego, se celebra jugando al fútbol con los chicos. La iniciativa, que ya tiene una década, llega a más de 400 comunidades rurales; www.futbolrural.org.ar

Mesas de trabajo

Además de la construcción de casas de emergencia en diferentes barrios del país, Techo impulsa el fortalecimiento de la comunidad a través de mesas de trabajo compuesta por dirigentes sociales y con la participación de voluntarios de la organización. Se evalúan de actividades que pretenden paliar necesidades latentes; www.techo.org

Fuente: La Nación Argentina, 12 de noviembre 2018

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