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La ética en el paisaje urbano

By 11 de agosto de 2014marzo 31st, 2017No Comments

Les propongo que unamos hoy dos disciplinas que pocas veces andan juntas, la ética y el paisajismo (o arquitectura del paisaje). La ética es la disciplina que estudia el deber ser del comportamiento humano. El paisajismo por su parte, se encarga del diseño, planificación, conservación y rehabilitación de los espacios abiertos para convertirlos en lugares con sentido para su habitar.

Como muchas veces se limita la comprensión del paisajismo a la jardinería o diseño de jardines, se reflexiona poco sobre lo mucho que tiene por decir y hacer el paisajismo en relación a los valores y el deber ser de nuestra sociedad. Los jardines, el espacio público y el paisaje en general son parte de nuestra cultura material y están llenos de información que nos permite conocernos como sociedad por lo que vale la pena detenerse a escucharlos.

Propongo que nos detengamos solo en dos aspectos –porque creo que hay muchos más– en que el paisajismo se relaciona con lo ético. Primero, en su capacidad de generar identidad local y segundo en su capacidad de integrar.

En la ciudad, el ciudadano se ve alejado del resto del territorio natural y ante esto las áreas verdes urbanas son el camino para reconectarse con la naturaleza. Pero si vamos más allá, estas podrían ser el camino también para reconectarse con su naturaleza local, fuente de identidad nacional y regional.

Lo que vemos en la calles y parques de Santiago y en la mayoría de las ciudades chilenas de norte a Sur es una falta de valoración del paisaje las especies nativas y una desconexión casi total con la imagen de paisaje nativo chileno. Se imponen los ejemplares introducidos (o incluso artificiales), más prácticos quizás por su rápido crecimiento y otras características importantes también en el paisajismo urbano, y no existen iniciativas institucionalizadas que promuevan el patrimonio natural local en las áreas verdes urbanas y el fortalecimiento de esa identidad propia en el paisaje.

Sigue hermoseamiento de avenida San Martín, dice el titular en el portal municipal de mejillones y luego: continúa la colocación de pasto sintético […] iniciativa impulsada por el alcalde […]. Fuente: www.mejillones.cl/2012/02/sigue-hermoseamiento-de-avenida-san-martin/

Por otro lado, en el paisajismo se expresan también símbolos de status. De hecho, la capacidad misma de importar paisajes de las postales de la Europa nórdica o de estados unidos y mantenerlos a pesar de que el clima local no es el idóneo, expresa un poder sobre la naturaleza que da estatus y que solo se alcanza con mucho financiamiento. El paisajismo es en este caso fuente de diferenciación y distinción social.

Bandejones centrales paseo Pie Andino, Lo Barnechea. Foto: archivo Mi Parque

Comentando los talleres de diseño participativo que realizamos en Mi Parque con un encargado de áreas verdes municipal de una comuna del norte de Santiago, decía comprender a los vecinos en que no quisieran poner pimientos porque es “el árbol de los pobres”. Y eso es justamente lo que vemos en la mayoría de los talleres de diseño: una aspiración por ser parte del desarrollo urbano que no ha llegado todavía a muchos márgenes de las ciudades el que incluye el imaginario de área verde que se establece desde las elites.

Es en este sentido que las elites, los paisajistas y los municipios tienen un deber ético de promover un imaginario de paisaje acorde con la naturaleza local, tanto por un compromiso con la sustentabilidad ambiental, con la promoción de una identidad local integradora como por la responsabilidad que tienen al promover estándares aspiracionales que facilitarán o dificultarán la integración de la ciudadanía.

No se trata de “nivelar para abajo” y que todos tengamos que tener el árbol de los pobres en pobres plazas de barrio pobre, sino que sin descartar del todo el uso de especies introducidas se trabaje para poner en valor el paisaje natural de cada zona del país, generando conciencia y capacidades en todos los niveles sociales y comunas del país para rescatar el paisaje natural, conocerlo y saber cuidarlo para que sea exitoso tanto en los barrios más acomodados como en el resto de la ciudad.

Cabe destacar e invitarlos a recorrer la comuna de Colina, donde confluyen grandes casos excepcionales como los proyectos que Elizabeth Huyghe y Ximena Nazal han desarrollado en espacios públicos de Chicureo, lo que Luz María Lazo, paisajista del departamento de aseo y ornato de Colina está haciendo en el resto de la comuna y el parque Quilapilún, que financiado desde la minería (Angloamerican) desarrolló la oficina Panorama (www.panoramaweb.cl)

Pimientos y algarrobo en veredas calle Juan pablo II, sector Piedra Roja, Chicureo, Colina. Proyecto desarrollado por Elizabeth Huyghe R. Bajo los lineamientos municipales. Foto: archivo Mi Parque

Paisajismo en Colina. Calle Lo Seco, Colina. Foto: archivo Mi Parque

Parque Qilapilún. Foto: www.panoramaweb.cl/parque-quilapilun/

Sofía Covarrubias Zabala
Coordinadora Área Social Fundación Mi Parque
@Sofia_Cova

Vía: Chileb.cl