A comienzos de este mes la ciudad estadounidense aprobó una nueva normativa que busca recuperar los sitios eriazos de una manera en que beneficia a todos. Así es, los dueños de estos «peladeros» que permitan que se planten huertos urbanos en ellos, obtendrán una rebaja en sus impuestos.
Esta medida no sólo beneficia a los dueños de los terrenos, pues es una ley que impacta, en cierta medida, a toda la comunidad ya que como es sabido estos rinconcitos verdes además de suminsitrar alimentos saludables, ayudan en la regulación del clima, limpian el aire y afirman el suelo en su constante lucha contra la erosión.
La nueva ley va en la misma línea de los datos que se manejan de San Francisco, los cuales indican que cada vez es mayor el interés por parte de los ciudadanos el tener huertos urbanos ya que las listas de espera para que un espacio esté dedicado a la agricultura urbana supera los dos años de espera.
«Según la nueva ley, los terrenos que se podrán destinar a la construcción de huertos son aquellos que tengan una superficie igual a la décima parte de una hectárea en donde no existan viviendas construidas».
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